Primavera con una esquina rota

28 de agosto de 2010

| | |
"No necesito armar un biobo para pensar en vos. Dirás que cuatro años, cinco meses y catorce días son demasiado tiempo para reflexionar. Y es cierto. Pero no son demasiado tiempo para pensar en vos".

"Cómo me gustaría haber caminado alguna vez, por las calles que ahora recorrés, para que tuviéramos algo en común allí también".

"Después de estos cinco años de invierno nadie me va a robar la primavera”.

"Después de todo, mi exilio es mío. No todos tienen un exilio propio. A mí quisieron encajarme uno ajeno. Vano intento. Lo convertí en mío. ¿Cómo fue? Eso no importa. No es un secreto ni una revelación. Yo diría que hay que empezar a apoderarse de las calles. De las esquinas. Del cielo. De los cafés. Del sol, y lo que es más importante, de la sombra. Cuando uno llega a percibir que una calle no le es extranjera, sólo entonces la calle deja de mirarlo a uno como a un extraño".

1 opiniones:

Anónimo dijo...

Me gusto el cuarto parrafo... Siento que eso pasa con las casas, las casas tambien te miran como un extraño, pero pronto se acostumbran a ti, ¿no te ha dado esa sensacion?.