Oh quepis, quepis, qué mal me hiciste.

17 de julio de 2012

| | |
1.
El obrero le dijo al militar progresista: "buenas intenciones tal vez, pero serás mandón hasta la muerte". El militar progresista le dijo al blanco nacionalista: "¿Quieres que te sea franco? Tu reforma agraria cabe en una maceta". El blanco nacionalista le dijo al batllista: "lo que pasa es que ustedes siempre se olvidan de la gente del Interior. " El batllista le dijo al demócrata cristiano: "Yo escribo dios con minúscula ¿Y que?". El demócrata cristiano le dijo al socialista: "Comprendo que seas ateo, pero jamas te perdonare que no creas en la propiedad privada". El socialista le dijo al anarco: "¿No se te ocurrió pensar por qué ustedes no han ganado nunca una revolución?". El anarco le dijo al trosco: "Son un grupúsculo de morondabga". El trosco le dijo al foquista: "Estás condenado a la derrota porque te desvinculaste de las masas". El foquista le dijo al bolche: " También ustedes tuvieron delatores". El bolche le dijo al prochino: "Nosotros nos apoyamos en la clase obrera: ¿También en esto nos van a llevar la contra?". Y así sucesivamente. "Apunten, ¡Fuego!" dijo el gorila acomodandose el quepis y un camión recogió los cadáveres.

2.
El batllista le dijo al blanco nacionalista: "Y bueno, hay que reconocer que ustedes han tenido a veces una actitud anti-imperialista que nos faltó a nosotros". El blanco nacionalista le dijo al socialista: "Quizá a mi me falta tu obsesión por la justicia social". El socialista le dijo al demócrata cristiano: " Yo creo que nuestras discrepancias acerca del cielo no tienen por qué entorpecer nuestras coincidencias sobre el suelo". El demócrata cristiano le dijo al anarco: "¿Sabes qué rescato yo de tus tradiciones? Ese metejon que tienen ustedes por la libertad". El anarco le dijo al prochino: "Pensandolo mejor, no esta mal que se abran las cien flores ". El prochino le dijo al bolche: "¿Que te parece si hacemos una excepción y coincidimos en eso de la justicia social?". El bolche le dijo al trosco: "Ojalá fuera cierto lo de la revolución permanentemente". El trosco le dijo al foquista: "¡Ustedes por lo menos se arriesgan, carajo!". El foquista le dijo al militar progresista: "No creo que ustedes, como institución, vayan alguna ve a estar del lado del pueblo. Pero puedo creer en ti como individuo". El militar progresista le dijo al obrero: "Cuando suene aquello de Trabajadores del Mundo, unidos, ¿me haces un lugarcito?". Y así sucesivamente. "Apunten", dijo el gorila acomodandose el quepis. Entonces los soldados le apuntaron a él. Por las dudas no gritó: "¡Fuego!". Se quito el quepis, los arrojó a la alcantarilla, y algo desconcertado se retiró a sus cuarteles de invierno.

0 opiniones: